martes, 16 de junio de 2009

Condenan al chef Marcelo Tejedor, que maltrató a su mujer porque 'olía a hombre'

*** Ha sido condenado a nueve meses de prisión y tiene una orden de alejamiento.
*** La agarró por el pelo arrastrándola boca abajo por la calle.
*** Es una humillación obligar a una mujer a oler una prenda porque a su pareja le huele a hombre.


El cocinero gallego Marcelo Tejedor ha sido condenado a nueve meses de prisión y a un año y nueve meses de alejamiento por un delito de lesiones contra su mujer, según una sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago. La sentencia, que no es firme y que será recurrida por el condenado, fija además una indemnización de 460 euros para su pareja. El mismo tribunal le absuelve del delito de maltrato habitual.

Los hechos por los que ha sido condenado tuvieron lugar en agosto de 2008, cuando Tejedor reprochó a su mujer "que olía a hombre". A continuación "oprimió" contra la nariz de su mujer la camisa y tuvieron una discusión, tras la que su esposa, "temiendo por su integridad", salió corriendo de la casa "gritando, descalza y en pijama".
Tejedor la persiguió y "la agarró por el pelo arrastrándola boca abajo por la calle", lo que le causó lesiones que precisaron asistencia médica. La mujer se soltó y se refugió en casa de una amiga. El chef reconoció los hechos sucedidos en el interior de la casa, pero discrepó de los del exterior. Así, explicó que su mujer se golpeó contra una barandilla, él la agarró del pelo para que no gritase y, al no conseguirlo, la soltó.

Recurso

Tras conocer la sentencia, sobre la que cabe recurso de apelación, Tejedor, que se encuentra de viaje de trabajo en Francia, explicó que "evidentemente" no coincide con el fallo de la jueza, por lo que la recurrirá. "No puedo estar de acuerdo con algo que no es verdad", dijo, y atribuyó la decisión judicial a la "imposibilidad" de demostrar que los hechos son falsos.
El tribunal considera "maltrato psicológico y físico la humillación de obligar a una mujer a oler una prenda de ropa porque a su pareja le huele a hombre". También entiende que las lesiones son compatibles y más propias de un arrastre que de un golpe contra una barandilla. El juzgado halló contradicciones y desestimó las declaraciones con las que la defensa de la víctima trató de hacer ver en el juicio que el maltrato era habitual, algo que no quedó finalmente probado.

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